miércoles, 13 de abril de 2016

Entre IA y FIV: pequeño susto: bulto en el pecho


Tras mi primera beta negativa, tenía claro que más tratamientos de Inseminaciones Artificiales no iba a hacerme porque con una sola trompa de Falopio era absurdo, por lo que en IVI me “ofrecieron” empezar con Fecundación In Vitro. Me ofrecieron empezar con un tratamiento que consistía en un “ensayo clínico” para comparar dos marcas de la hormona que hay que pincharse para la fase de estimulación de la ovulación (FOSTIMON y GONAL). Al participar en el ensayo te hacían un descuento del 20% en la FIV y te suministraban gratuitamente todos los inyectables. La verdad que era una muy buena oferta, porque la FIV en 2014 costaba en IVI 5.775 euros, y los inyectables  alrededor de los 700 euros. 

Tras pensármelo, al final decidimos no hacérnoslo allí, por 2 motivos: El primer motivo era el miedo al convertirme en un “conejillo de indias” del laboratorio (aunque esas marcas ya se usaban en pacientes, pero yo en aquella época no lo sabía), y el segundo y el más importante era que me incrementó un pequeño bulto que tenía en el pecho con los pinchazos administrados durante el tratamiento de la Inseminación Artificial.

Os cuento los orígenes: un día, cuando tenía 24 años, me palpé un pequeño bulto en mi pecho derecho. Fui a mi médico de cabecera y me mandó una mamografía. Cuando vieron los resultados, me recomendaron ecografía ya que con la mamografía no eran capaces de apreciar lo que era. Al hacerme ecografía detectaron que tenía una “pequeña formación hipoecogénica” y abundante tejido mamario sin alteraciones significativas, es decir, tenía un pequeño nódulo sin importancia. Pero me recomendaban revisármelo todos los años para comprobar que no incrementaba.

Pues yo como soy una persona muy constante, iba todos los años a la revisión de la mama y siempre se mantuvo igual, hasta que me hice el tratamiento de Inseminación Artificial. Yo era consciente que podía crecer ya que en todos los prospectos de los inyectables te avisaban que eso podía ocurrir, que si tenías algún bulto en el pecho te podría incrementar con el tratamiento hormonal. A las ginecólogas de IVI se lo comenté, pero ellas mismas me dijeron que eso era muy normal y nada más que dejara el tratamiento, me disminuiría. No le dieron demasiada importancia, y eso fue una de las cosas por lo que yo personalmente no recomendaría IVI, tanto por la despreocupación del incremento de mi bulto, como por hacerme una IA con una sóla trompa…

Después de mi beta negativa me tocaba revisión del pecho, y aquel día empezó otra batalla… (Julio de 2014: 31 años) El radiólogo no le gustó nada la forma de mi bulto ni cómo había crecido. Me recomendó que me hiciera una punción para poderlo analizar, es decir, me iban a extraer un poco de líquido para posteriormente analizarlo. Ese día fue un hachazo para mí. El miedo que te recorre por el cuerpo es indescriptible. Aunque aún no tenía el resultado de ninguna prueba, había esperanzas de que no fuera nada…

Me citaron en el centro de radiología especializado en la mama, situado en la barriada de los Remedios. Cuando el radiólogo de allí vio mi informe me comunicó que con la punción no era suficiente, que aquello tenía muy mala pinta y que me tenían que biopsiar sobre la marcha…horrible todo lo que te pasa por la cabeza, me derrumbé y entre lágrimas acepté que tenían que biopsiarme mi pecho. Me tenían que extraer una muestra de mi pecho con anestesia local…

Me tumbaron en una camilla apoyada de lado sobre el pecho contrario a la biopsia, y me inyectaron la anestesia (lo que más me dolió). Yo no paraba de dar saltos en la camilla de los nervios que tenía….que mal rato. Fue rápido, extrajeron la muestra y en una semana tenían los resultados. Me hicieron una minúscula rajita en el pecho, sin importancia…la peor semana de mi vida…casualmente coincidió que ocurrió en la misma época que cuando tuve el embarazo ectópico, Julio, por lo que desde ese día bauticé ese mes como “non grato” para mí…

Durante esa semana me pasaban miles de cosas por la cabeza, pero como siempre, me quedaban esperanzas. Lo único que me dio fuerzas fue pensar que hacía unos 6 meses me hicieron un análisis de indicadores tumorales en el Hospital Macarena, y que no dieron positivos, así que si tenía algo estaba empezando…

Pasó la semana, y los resultados fueron buenos, no había nada que hiciera sospechar que había algo malo, pero al radiólogo no le convenció mucho esos resultados ya que era una pequeña muestra, y el bulto lo seguía teniendo y con muy mala pinta. Decidió hacerme de nuevo una biopsia, pero esta vez de aguja grande, llamada “aguja asistida por vacío”. Con este procedimiento, era capaz de absorber todo el nódulo sin ser necesario quirófano.  

Pues nada, mi segunda biopsia, pero esta vez la rajita en el pecho fue mayor, pero seguía siendo pequeña. Lo único que me dolió fue de nuevo el pinchazo de la anestesia en el pecho. La intervención no dolía, pero era muy muy desagradable porque te dabas cuenta de todo, de cómo te manipulaban el pecho y escuchabas como te extraían los cilindros de muestras. Con esta prueba se consiguió extraer totalmente el bulto, por lo que el mal rato que había pasado, parecía que no era para nada…

A los 15 días (los 15 días  más largos de mi vida…ya después, me iría acostumbrando a esperar esos número de días pero por otra cosa…) me dieron los resultados. FIBROSIS DEL ESTROMA. Un pequeño quiste BENIGNO…..puffff….¡qué alivio!…

Como nos cogió de vacaciones (Agosto 2014), decidimos “liarnos la manta a la cabeza” e irnos de viaje al extranjero. Nos lo merecíamos, después de tanto sufrimiento, tanto por el fracaso de la IA, como por lo del pecho…

Decidimos aparcar el tema de búsqueda de embarazo con tratamientos artificiales y esperarnos a que nos llamaran del Hospital Virgen del Rocío… (Llevábamos 8 meses en lista de espera). Había que pensar primero en nuestra salud, tanto física como emocionalmente. Ambas estaban un poco desgastadas y había que coger fuerzas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario