jueves, 26 de enero de 2017

EMBARAZO: SEMANA 6 A LA 10

SEMANA 6

En plenas Navidades, no se me ocurre otra cosa que resfriarme con 38 de fiebre. Me sentía fatal, pero no me tomé nada para remediarlo. Cuando me hice la transferencia de embriones, la enfermera del hospital me comentó que si me dolía la cabeza o tenía algún dolor durante la betaespera, me podía tomar Paracetamol, y me acordé de su recomendación. Estuve a punto de tomármelo, pero antes me aseguré buscando información en Internet. En algunos sitios te lo recomendaban, pero otros decía que había estudios en los que el Paracetamol podría perjudicar al embrión…Entonces llegué a la conclusión que si había sólo una persona que le había perjudicado su embarazo por tomarse paracetamol, yo no me iba a someter al riesgo. Por lo que decidí aguantarme, y esperar que mis anticuerpos se defendieran solitos de los virus o las bacterias. Me duró el resfriado unos 4 días aproximadamente, menos mal que estaba de vacaciones y no tenía que madrugar para ir a trabajar, si no, no sé cómo hubiera sobrevivido.

Durante los días que estaba resfriada, tenía mucha tos, y cada vez que tosía notaba cómo los ovarios me decían: “Aquí estamos”. Sentía unos pinchazos fuertes, pero soportables, y el dolor pasaba rápido. Esto era mi gran preocupación. ¿Estaré perjudicando a “mi bichito” con tanta tos? ¡Qué angustia!.  Por supuesto esperando la semana siguiente, para que me hicieran la ecografía y ver que todo iba correcto y si además lo podía escuchar, pues mucho mejor.

En cuanto a los síntomas, no aparecieron. Ya me creía un poco más que estaba embarazada desde que fui al ginecólogo, pero no del todo, porque al no notarme nada de nada, parecía todo un sueño. Ni mareos, ni fatiga…nada.

SEMANA 7

Por fin llega la semana 7. Ya me tocaba ir con mi ginecólogo de la Consulta privada y con el ginecólogo del Hospital Virgen del Rocío.

28 de Diciembre. Consulta del ginecólogo de la consulta privada. Empieza a observar los resultados de mi analítica que me recetó en la semana 5, y comprueba que está todo bien, salvo el “tiroides”. Nunca, en mi vida, había tenido problemas con el tiroides, y por lo visto vio que estaba levemente por debajo de lo recomendado, por lo que me recetó una pastilla al día de Eutirox de 25 microgramos (otra pastilla, con esta eran 9 las que me tomaba, entre el ácido fólico, la progesterona y la aspirina de 100). Por lo visto me voy a tener que estar tomando esta pastilla hasta el final del embarazo, porque dicen que tener bajos niveles puede provocar un parto prematuro, entre otras cosas…( al final del post, copio información sobre problemas con el Tiroides).

Pues bien, una vez visto los análisis, me dice que vaya al ecógrafo para inspeccionarme (deseando qué estábamos). Aquí os muestro mis ecografías:



Me la hace vaginal, y me dijo que se “intuía un embrión”…..y yo me dije ¿cómo que se intuye? ¿No se ve bien del todo? El miedo empezaba a invadirme…Entonces decidió hacérmela abdominal y es en esta posición donde pudo verlo claro. Me confirmó que ahí estaba. Era uno sólo. De repente escucho una pulsaciones y pienso que eran las mías, pero al verle la cara sonriente a mi marido pude comprobar que ese sonido no lo hacía mi corazón, lo hacía nuestro ser, nuestro embrión. ¡Qué sensación! ¡Qué bonito de sentir!, El ecógrafo mostraba un ser dentro de mí y yo sin darme cuenta de nada.

Cuando terminamos el maravilloso momento, nos cita para la semana 12 del embarazo, pero antes me receta la ecografía doppler. Ésta ecografía es para poder descartar posibles malformaciones de la espina dorsal y junto con una análitica (screening o cribado), comprueban la probabilidad de detectar posibles alteraciones genéticas en el feto.

Salimos de la consulta, felices, y emocionados de haber escuchado nuestro corazoncito. Pero aún con precaución, ya que es en el primer trimestre cuando más riesgo de aborto existe. No estábamos aún pletóricos, habíamos pasado mucho, y el miedo estaba ahí.

A los dos días, nos tocaba revisión, la última revisión en el Hospital Virgen del Rocío, para hacernos prácticamente lo mismo, pero en esta ocasión, vimos la imagen más nítida y las pulsaciones más fuertes. No sabemos si es que en el Hospital tenían mejores medios, o es que al haber pasado 2 días, todo había crecido y se escuchaba/oía con mejor claridad. Nos confirman que tengo un embarazo perfecto.

Se despiden de nosotros hasta el día del parto. Decían que hasta ahí era las revisiones de la consulta de reproducción. Nos dan una encuesta para que la rellenemos cuando naciera nuestro retoño y había que entregarla junto con una foto. Pienso que será para pegarla en el tablón de corcho junto con los demás bebés nacidos allí. Entonces me dijeron que a partir de ese momento me tenían que seguir en mi ambulatorio, pidiendo cita con la matrona, y era ella la que me iba a ir guiando.

SEMANA 8 Y 9

Pasan los días y yo hago mi vida normal, sin notar nada diferente en mi cuerpo. Sólo hubo una noche que me dieron ardores, con un leve dolor debajo del pecho, pero creo que fue por algo que comí y no me sentó bien, concretamente, me comí unos rábanos crudos (me encantan) y pienso que eso para mi pequeñajo era demasiado fuerte y no le gustó…J.
Aún me seguía doliendo cada vez que tosía o estornudaba...los ovarios seguín estimulados.

Semana 10

Tengo cita con la matrona en mi ambulatorio. Me pesa (ya había puesto 3 kilos…me estoy pasando con la vida tranquila…), me mide la tensión, me preguntó cuánto medía, y me realizó preguntas sobre enfermedades anteriores y familiares. Una vez que acaba con la batería de preguntas, me da 3 citas, una para hacerme la analítica del primer trimestre (ya me la había hecho por el privado), otra para recoger el resultado y la última con el ginecólogo.

Me entrega un libro denominado “consejos de la matrona” y me dice, hasta la próxima...

Me creía que iba a escuchar de nuevo el corazoncito, pero no fue así. Mi primera impresión de la visita de una matrona no ha sido muy buena. Mi impresión fue de pérdida de tiempo. Mi marido me acompañó, pero decidimos que en realidad, él no hacía falta en estas consultas, porque no se veía nada nuevo ni nos dijo nada nuevo.

Información sobre problemas con la tiroides durante el embarazo: 
“Embarazo Normal
¿Cuáles son los cambios en la función tiroidea normalmente asociados con el embarazo?
Cambios hormonales. Un embarazo normal trae consigo una serie de cambios fisiológicos y hormonales que alteran la función tiroidea. Esto significa que las pruebas de laboratorio de la función tiroidea deben ser interpretadas cuidadosamente durante el embarazo. Las pruebas de función tiroidea cambian durante el embarazo debido a la influencia de dos hormonas principales: la gonadotropina coriónica humana (HCG), la hormona que se mide en la prueba del embarazo y el estrógeno, la principal hormona femenina.La HCG puede estimular la tiroides en forma leve y los niveles altos circulantes de HCG en el primer trimestre pueden resultar en una TSH ligeramente disminuida. Típicamente, la TSH en el primer trimestre estará normal o ligeramente baja y luego permanecerá normal durante el resto del embarazo .
El estrógeno aumenta la cantidad de proteínas ligadoras de hormona tiroidea en el suero, lo cual aumenta los niveles totales de hormona tiroidea en la sangre, ya que más del 99% de estas hormonas en la sangre están unidas a estas proteínas. Sin embargo, la medición de hormona “libre” (la que no esta unida a proteínas, que representa la forma activa de la hormona) generalmente permanece normal. La tiroides funciona normalmente si la TSH, la T4 libre y la T3 libre están todas normales durante el embarazo.
Cambios de tamaño. La glándula tiroides puede aumentar de tamaño durante el embarazo (tiroides grande = bocio). Sin embargo, los bocios asociados con el embarazo ocurren con mucha más frecuencia en las áreas del mundo donde existe deficiencia de yodo. Es relativamente poco común en los Estados Unidos, país que se considera relativamente suficiente en yodo. Si se utilizan técnicas de imagen muy sensibles (ultrasonido), es posible detectar un aumento en el volumen de la glándula tiroides en algunas mujeres. Generalmente este aumento es de 10% a 15% y no es aparente en el examen físico hecho por el médico. Sin embargo, a veces puede desarrollarse un bocio significativo que haga que el médico solicite pruebas de función tiroidea.

¿Cuál es la interacción entre la función tiroidea de la madre y el niño?

Durante las primeras 10 a 12 semanas del embarazo, el bebé depende completamente de la madre para la producción de hormona tiroidea. Al final del primer trimestre, la tiroides del bebé comienza a producir hormona tiroidea por sí sola. El bebé, sin embargo, sigue dependiendo de que la madre ingiera suficiente cantidad de yodo, el cual es esencial para la producción de hormonas tiroideas. La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo de yodo de 200 microgramos al día durante el embarazo para mantener una producción adecuada de hormonas tiroideas. La dieta normal en los Estados Unidos contiene suficiente yodo, de modo que rara vez es necesario tomar suplementos de yodo.

Hipertiroidismo y Embarazo

¿Cuáles son las causas más frecuentes de hipertiroidismo durante el embarazo?

En general, la causa más común (80%-85%) de hipertiroidismo materno durante el embarazo es la enfermedad de Graves y ocurre en 1 de cada 500 mujeres embarazadas. Además de otras causas usuales de hipertiroidismo (véase el folleto de Hipertiroidismo), niveles muy altos de HCG, los cuales se ven en las formas severas de nausea matutina , pueden producir hipertiroidismo transitorio. El diagnóstico de hipertiroidismo puede ser algo difícil durante el embarazo, ya que el centellograma de tiroides con I123 está contraindicado durante el embarazo debido a la pequeña cantidad de radiactividad, la cual se puede concentrar en la tiroides del bebé. En consecuencia, el diagnóstico está basado en una historia cuidadosa, examen físico y pruebas de laboratorio.

¿Cuáles son los riesgos de la enfermedad de Graves/ hipertiroidismo para la madre?

La enfermedad de Graves se puede presentar inicialmente durante el primer trimestre o se puede agravar durante este tiempo en la mujer que sufre de este trastorno. Además de los síntomas clásicos asociados con el hipertiroidismo, el hipertiroidismo materno tratado de forma inadecuada puede resultar en parto prematuro y en una complicación seria conocida como pre-eclampsia. Además, las mujeres con enfermedad de Graves activa durante el embarazo tienen un mayor riesgo de desarrollar un hipertiroidismo muy severo conocido como tormenta tiroidea. La enfermedad de Graves generalmente mejora durante el tercer trimestre del embarazo y puede empeorar en el período del post-parto.


viernes, 20 de enero de 2017

EMBARAZO: SEMANA 1 A LA 5

Las 4 primeras semanas ni te das cuenta, porque los ginecólogos empiezan a contar desde el primer día de tu última regla, por lo que literalmente no estás embarazada en las 2 primeras semanas. Es entre la segunda y tercera semana cuando se produce la fecundación y su posterior implantación en el endometrio. Hasta la semana 4 la hormona del embarazo, la gonadotropina coriónica humana,  o hCG (del inglés: human chorionic gonadotropin), no se detecta en un simple test casero: A mí me dio positivo el test de embarazo en el día 11 post transferencia, es decir, si la transferencia me la realizaron a los 15 días aproximados del ciclo menstrual y le sumamos 11, han pasado 26 días desde el primer día de la última regla, por lo que es en la semana 4 aproximadamente, cuando el test puede detectar dicha hormona.

Como comenté en el anterior post, ya no me verían de nuevo pasados 20 días después de la Beta, es decir, cuando estuviera de 7 semanas, si todo iba hacia delante, y es en esa cita cuando me verían el posible embrión y los posibles latidos.

20 días de espera, es un tiempo insoportable, para mujeres que hemos pasado por tantos trámites para conseguir nuestro sueño, por lo que asistí a mi ginecólogo de mi consulta privada para una segunda opinión médica.  

Casualmente tenía cita cogida previamente con él porque paralelamente me estaba revisando el pecho, de nuevo, y había cogido cita para llevarle los resultados de la Punción que me hicieron….sí, otro pinchazo en el pecho me he llevado, ya que me ha vuelto a aparecer en el mismo pecho, pero en otro lugar un “nódulo hipoecoico, ovalado y bien definido de unos 4,7mm”. Por lo que me aconsejaron realizarme una punción en el pecho para poderlo analizar. Desde un principio lo han catalogado de Benigno, pero querían punzarlo para descartar sospechas.

En pleno tratamiento FIV, decido punzarme el pecho, ya que me informaron que si me quedaba embarazada, ya no podrían realizar nada, hasta después de amamantar a mi hijo. Por lo que le eché valor ( ya no sé ni dónde lo saco) y decidí hacerme la punción. La punción denominada PAAF ecodirigida, duele mucho menos que la que me hicieron en la anterior ocasión (biopsia con una aguja asistida por vacío), pero molesta bastaste cuando tienes la aguja dentro de tu pecho, pero desaparece el dolor una vez fuera. Es un dolor que pude soportar con facilidad.

A los 15 días me dieron los resultados: “grupos tridimensionales y arboriformes de células ductales en fondo con sangre, consistente con lesión papilar de la mama”. Resultado que no me deja nada tranquila, por lo que decido consultarlo con mi ginecólogo de mi compañía privada, dando la casualidad que me asignan la cita cuando estaría de 5 semanas de embarazo….(si lo llego a hacer queriendo no me sale tan bien).

Pues bien, llega el día de la consulta con mi ginecólogo (a los 5 días después de realizarme la BETA), y le comento al principio que asistía a su consulta para darle los resultados de la punción del pecho. Los observa y me recomienda que debería quitarme el nódulo entero, a través de una biopsia con aguja asistida por vacío para aspirarlo. Acto seguido le comento para lo segundo que iba; para decirle que me he hecho un tratamiento FIV y que el pasado 9 de Diciembre la BETA me había salido positiva… Sorprendido me da la enhorabuena y acto seguido me dice: “vamos a hacerte una ecografía a ver si vemos algo”. A continuación os muestro lo que se vio.



Me vió un pequeño saquito dentro del cual no se observaba embrión alguno. Me comentó que se diferenciaba bien el saco gestacional y el saco vitelino.

“Saco Gestacional: Es la primer estructura observada y generalmente las medidas del saco gestacional empiezan a darnos una edad de embarazo cuando el saco gestacional mide 10 mm o más.
Saco Vitelino: Es la segunda estructura observada por ultrasonido en el embarazo y generalmente se empieza a visualizar de 48 a 72 horas después de que se visualizó el saco gestacional y sus medidas NO aportan una edad de embarazo, tiene varias implicaciones su visualización y una de las más importantes es que es la primera estructura de origen embrionario en visualizarse y el observarla en un gran porcentaje es de buen pronóstico. El saco vitelino es un sistema circulatorio en las primeras etapas de desarrollo, antes de que comience la circulación interna.”

En la ecografía que muestro se puede intuir el saco gestacional, pero no el saco vitelino, aunque en la consulta puede apreciarlo bien.

El ginecólogo empezó a realizar sus medidas del endometrio y de los sacos y pudo comprobar que según las mediciones me encontraba en la SEMANA 5. No pudo ver el embrión, porque decía que era demasiado pronto, pero para mí esa información fue recordar lo vivido en el embarazo ectópico. Me dijeron lo mismo, el embrión no se veía (porque no estaba en el endometrio, estaba en la trompa). Le trasmití mis inquietudes al ginecólogo y me confirmó que un embarazo ectópico no podía ser porque se apreciaba saco vitelino, y éste se forma cuando existe embrión. No me convenció del todo, pero era la información con la que contaba y ya nada podía hacer. Tan solo me quedaba esperar (¿cuántos días en mi vida habré esperado? uno más o uno menos….qué más da, si es lo que toca….). Me dio cita para dentro de 2 semanas, 28 de Diciembre de 2016, 2 días antes que la cita que me dieron en la Seguridad Social (30 de Diciembre). Tengo que esperar menos días para ver si todo va bien.

En la ecografía también observó que tenía los Ovarios estimulados, es decir, los tenía más grandes de lo normal, por el tratamiento FIV que me había realizado, por lo que, a causa de ello, me recomendó no realizar grandes esfuerzos, no montar en bici, ni mantener relaciones sexuales, ya que con todos estos posibles movimientos, mis Ovarios podrían oprimirse llegando a estrangularse. Por lo que me recomendó vida tranquila durante las 12 primeras semanas! Tiempo que estimaba que me iba a durar la estimulación de los ovarios.

Además, me recetó analítica correspondiente al primer trimestre, las cuales veríamos los resultados en la cita de las 7 semanas.

En cuanto a la comida, me recomendó que comiera todo bien hecho, hasta me dijo que podía comer jamón mientras estuviera muy bien curado. Y también chacinas, siempre estando muy pendiente que estuviera bien curada. Esta noticia me alegró ya que venías las fiestas de Navidad, y es cuando más material de esta clase se consume. Ésta recomendación te la dicen para evitar que puedas coger la TOXOPLASMOSIS (al final del post pego información sobre la bacteria). En cuanto a la verdura, me recomendó que comprara una lejía especial de consumo para lavar la verdura. No me la he llegado a comprar, porque veo demasiado exagerado el consejo. Procuro lavar las verduras muy bien, dejándolas mucho tiempo debajo del grifo. 


Tras salir de la consulta decidí dar la maravillosa noticia a mi familia, pero siempre siendo prudentes, ya que aún era demasiado pronto. Por supuesto, se pusieron contentísimos, pero expectantes de lo que pudiera ocurrir en las próximas semanas.




""Toxoplasmosis"




Es una infección debida al parásito Toxoplasma gondii.
Causas
La toxoplasmosis se encuentra en los seres humanos a nivel mundial y en muchas especies de animales y de aves. El parásito también vive en los gatos.



La infección en humanos puede provenir de:
  • Transfusiones de sangre o trasplante de órganos sólidos
  • Manejo de los excrementos de gato
  • Ingerir tierra contaminada
  • Comer carne cruda o mal cocida (de cordero, cerdo o res)
La toxoplasmosis también afecta a las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados.
La infección también se puede pasar de una madre infectada a su bebé a través de la placenta. Esto ocasiona toxoplasmosis congénita.

Toxoplasmosis congénita


Es un grupo de síntomas que se presentan cuando un bebé no nato (feto) está infectado con el parásito toxoplasma gondii.



Causas

La infección por toxoplasmosis se le puede pasar a un feto si la madre resultó infectada durante el embarazo. La infección se propaga al feto a través de la placenta. La mayoría de las veces, la infección es leve en la madre. La mujer puede no ser consciente de que tiene el parásito. Sin embargo, la infección del feto puede ocasionar graves problemas. Los problemas son peores si la infección se produce a comienzos del embarazo.

Síntomas

Hasta la mitad de los fetos que resultan infectados con toxoplasmosis durante el embarazo nacen antes de tiempo (prematuramente). La infección puede causar daño a los ojos, el sistema nervioso, la piel y los oídos del bebé.
Con frecuencia, hay signos de infección en el bebé al nacer. Sin embargo, es posible que los bebés con infecciones más leves no tengan síntomas ni problemas durante meses o años después del nacimiento. Si no reciben tratamiento, la mayoría de los niños con esta infección desarrollan problemas en la adolescencia. Los problemas oculares son comunes.
Los síntomas pueden abarcar:
  • Esplenomegalia y hepatomegalia
  • Vómitos
  • Daño ocular a raíz de la inflamación de la retina u otras partes del ojo
  • Problemas de alimentación
  • Hipoacusia
  • Ictericia (piel amarilla)
  • Bajo peso al nacer (restricción del crecimiento intrauterino)
  • Erupción cutánea (puntos rojos diminutos o hematomas) en el nacimiento
  • Problemas de visión
El daño al cerebro y al sistema nervioso puede fluctuar de muy leve a grave y puede abarcar:
  • Convulsiones
  • Discapacidad intelectual

Pruebas y exámenes

El médico examinará al bebé. Éste puede tener:
  • Hepatomegalia o esplenomegalia
  • Piel amarilla (ictericia)
  • Inflamación de los ojos
  • Líquido en el cerebro (hidrocefalia)
  • Inflamación de la ganglios linfáticos (linfadenopatía)
  • Tamaño grande de la cabeza (macrocefalia) o tamaño más pequeño de lo normal (microcefalia)
Los exámenes que se pueden hacer durante el embarazo abarcan:
Después del nacimiento, al bebé se le pueden hacer los siguientes exámenes:

Tratamiento

La infección en la madre embarazada se puede tratar con espiramicina.
La infección fetal (diagnosticada durante el embarazo) se puede tratar con pirimetamina y sulfadiazina.
El tratamiento de los bebés con toxoplasmosis congénita casi siempre incluye pirimetamina, sulfadiazina y leucovorina durante un año. En algunas ocasiones, a los bebes también se les suministran esteroides si su visión está amenazada o si el nivel de proteínas en el líquido cefalorraquídeo es alto.

Expectativas (pronóstico)

El desenlace clínico depende de la magnitud de la enfermedad.

Posibles complicaciones

Las complicaciones pueden incluir:
  • Hidrocefalia
  • Ceguera o incapacidad visual seria
  • Discapacidad intelectual grave u otros problemas neurológicos

Cuándo contactar a un profesional médico

Llame a su proveedor de atención médica si está embarazada y cree que está en riesgo de infección. (Por ejemplo, la infección por toxoplasmosis se puede transmitir a partir de gatos si usted limpia la caja de desechos). Llame a su proveedor si está embarazada y no ha recibido cuidados prenatales.

Prevención

A las mujeres gestantes o que estén planeando quedar embarazadas se les puede hacer un examen para determinar si corren el riesgo de una infección.
Las mujeres embarazadas que tienen gatos como mascotas pueden estar en mayor riesgo. Deben evitar el contacto con heces de gatos o elementos que pudieran estar contaminados por insectos expuestos a dichas heces (cucarachas, moscas, etc.).
Igualmente, cocine muy bien la carne y lávese las manos después de manipular carne cruda para evitar contraer el parásito."

martes, 3 de enero de 2017

6ª FIV: 2º INTENTO HOSPITAL VIRGEN DEL ROCÍO. EL QUE LA SIGUE LA CONSIGUE

Desconectada de todo lo relacionado con tratamientos artificiales, a finales de Agosto me suena el teléfono. Era la llamada de la Lista de Espera del Maternal del Virgen del Rocío. Cuando escucho quién era, me dije: “No ahora no, no quiero volver a pasar por ahí de nuevo”. Estaba concienciada que hasta principios de año no me iban a llamar porque un día llamé para preguntar por dónde iba la lista de espera y me dijeron que lo más seguro que me llamarían para principios de año. La lista se había retrasado bastante y decidí que era lo mejor, más tiempo de desconexión en ese tema. La llamada era para preguntarme cuándo había sido mi última regla porque se le había quedado un hueco en quirófano, y si yo cuadraba con el calendario, me “colaban”. Le dije el día que me había venido, y me dijo la enfermera que NO le venía bien en el calendario, que tenía que seguir llamando a más pacientes, que ya me llamaría cuando me tocara… Sensación de alegría y pena al mismo tiempo: alegría porque no estaba preparada para luchar de nuevo, y pena, porque se había escapado una oportunidad de volver a intentarlo de nuevo.

Pues sigo con mi vida y a mediados de Octubre, otra vez me vuelven a llamar del Maternal. Me vuelve a preguntar sobre el día de mi última regla y le contesto que el  “3 de Octubre”, y espero la respuesta comunicándome que tampoco le cuadraba en el calendario….pero la respuesta fue: “perfecto, ¿puedes venir mañana a las 9 de la mañana, con tu marido?...Los dos estamos trabajando y tenemos que pedir permiso de un día para otro…La enfermera me comenta que si no podemos, que pasa a la siguiente…Me dije que ya era mi momento, que era hora de empezar de nuevo, era hora de volver a la carga. Ese mismo día empecé a tomarme por mi propia iniciativa, ácido fólico, 500 mg de vitamina C y vitamina D.

19 de Octubre de 2016 (Control de Regla: CR): Consulta con el ginecólogo. Le comento todo lo ocurrido en la clínica privada. Le comento que me habían hecho un tratamiento diferente al que me hicieron en el Hospital para estimular la ovulación, (en Embryocenter me hicieron un ciclo largo y en la Seguridad Social, un ciclo corto) y que me habían fecundado 9 embriones de muy buena calidad. El ginecólogo se quedó extrañado que de los 8 que me pusieron no se hubieran quedado ninguno. Me hace  ecografía, ve que está todo correcto, nos recetan analíticas a los dos, y que empezara desde ese mismo día con los pinchazos!!! ¡¡¡Qué rápido todo!!! Me receta Procrin 0,1 ml al día y a la misma hora, a las 8 de la mañana.

La función del Procrin es la de detener el funcionamiento de los ovarios. En el protocolo largo de FIV, se comienza a administrar en la fase lútea del ciclo anterior al de la estimulación. Resulta un poco contradictorio que, si quiero estimular mis ovarios, comiencen administrándolo una medicación que les quita su función. Esto es así porque pasarán a ser controlados con el resto de medicación que comenzaré a inyectarme posteriormente y así se evitará una posible ovulación espontánea. Así que, resumiendo, la función del Procrin es la de detener el funcionamiento de los ovarios y por tanto, evitar una ovulación espontánea.

El tratamiento me lo tengo que poner hasta el 10 de Noviembre. Me van a realizar un ciclo largo, ya que con el corto que me hicieron allí, no fue muy bien. Me comunicó (información que ya sabía) que los embriones conseguidos allí en el primer intento, tenían calidad B y otros C, es decir, de muy baja calidad, y que esperaba que con este nuevo tratamiento mejoraría el resultado. Además ya me da el informe para que en “Admisión del Hospital” vaya a solicitar cita para realizarme las ¡¡pruebas de anestesia, para realizarme la punción!!

Salimos de la consulta y derechos a Admisión para que nos dieran cita para las pruebas de la anestesia (7 de Noviembre). Después nos dirigimos a la farmacia a comprar lo que nos había recetado. No recuerdo bien cuánto nos cobraron en la farmacia,  pero sé que a los 6 euros no llegó (Procrin cuesta alrededor de 30 euros).

Pues nada, a empezar con los pinchazos, con el pánico que me dan…pero da igual, hay que intentarlo. Estoy concienciada que ésta es una de mis últimas oportunidades, si no lo consigo, tampoco es el fin de mundo, tendría que plantearme la vida de otra manera…o mejor dicho, no me la tenía que plantear, lo único importante en mi vida era vivir en paz y armonía junto a mi marido, y si nos teníamos que quedar solos, es decir, sin hijos, pues adelante, otro tipo de vida diferente con la que soñaba de pequeña, hay que saber adaptarse a lo que te va dando la vida. (El tema de adoptar también me lo estaba planteando, pero cuando cumpliera más años).

Llega el 10 de Noviembre (Control Folicular: CF): En esta consulta comprueban los resultados de nuestras analíticas y revisan cómo me han frenado la ovulación, si va todo correcto. Me hace la ecografía una chica de prácticas, y me cuenta cuántos folículos tengo, aunque aún no me están estimulando, pero es bueno controlar el número de folículos. En esta cita el ginecólogo ya me receta el estimulador ovárico, (Pergoveris y Folitropina Alfa). Los dos se podían preparar en una sóla aguja, y me lo tenía que administrar entre las 8 de la tarde y las 10 de la noche. Además, me dice que me tengo que seguir pinchando Procrin en menor cantidad: 0,05, así que nada…”2 banderillas al día”, una por la mañana y otra por la noche. Así hasta la próxima cita.

18 de Noviembre (Control de la Estimulación: CE). El ginecólogo, con una ecografía, ve que tengo suficientes folículos (unos 14) pero que no estaban con el tamaño adecuado para punzármelo (tienen que llegar sobre unos 14 mm), por lo que decide citarme a los 3 días y seguir con el mismo tratamiento para que sigan creciendo.

21 de Noviembre (2º Control de la Estimulación: CE). De nuevo otra ecografía y ya comprueba que tienen el tamaño adecuado. El ginecólogo me cita para los dos días posteriores para la temida Punción Folicular. Me dice que esa misma noche me tengo que inyectar Ovitrelle, para provocar la ovulación a las 36 horas (último pinchazo) y lavados con Rosalgin día y noche hasta el día antes de la punción.

Al día siguiente (día antes de la punción) tengo que hacer comidas blandas y no tomar nada después de las 12 de la noche, ni tan siquiera agua…por ahí lo paso mal, porque suelo beber mucha. Antes de acostarme me tengo que tomar un antibiótico (Azitromicina), para evitar posibles infecciones en el quirófano y un tranquilizante (Alprazolam).

23 de Noviembre de 2016 (6º FIV, 3ª Punción: 34 años). Llegamos a las 8 de la mañana y mi marido tras estar de 3 a  4 días de abstinencia, deja su muestra en el laboratorio, mientras un celador me sube a la habitación entregándome el “pijama de enferma” para que me lo fuera poniendo. En la habitación coincido con otra chica que iba para lo mismo que yo. Así pasaba más rápido los minutos y horas de espera, charlando con la compañera de habitación. Llegan las 10 y media. Entra un celador en la habitación y pregunta por mi compañera. Se la llevan para quirófano….pufff que nervios….

Hasta las 11 y 45 de la mañana no fueron a por mí,  porque por lo visto hizo falta el quirófano para una cesárea de urgencias, y tuvieron que parar las punciones…Me bajan a quirófano y me llevo 30 minutos en la puerta, esperando a entrar y escuchando todo el proceso de la anterior compañera, que casualmente era la chica de mi habitación. Había una enfermera en la puerta y me puse a hablar con ella para no pensar…me contó que ese día era su último día de trabajo porque ya se iba a jubilar…y me dije, “pues hija….sé profesional hasta última hora,  por favor….”. También me dio tiempo de hablar con el anestesista, que por cierto, fue el mismo que el del año anterior y le dije que era muy amable y la verdad es que lo seguía siendo. Me dio mucho ánimo porque le dije que muchas esperanzas no tenía porque era mi 6ª FIV, pero que tenía que intentarlo. Él me animó y me dio esperanzas. Entendía que todo era muy duro, y que hacía muy bien en volverlo a intentar. Me deseó mucha suerte.

A los 30 minutos allí, me dicen, “Ya puedes pasar”. Voy a pie tranquila, me subo en el potro y empiezo a temblar. Me pinchan en la mano la vía para que pasara por allí la anestesia, pero no lo consiguieron. La enfermera me había roto la vena y tenía que intentarlo en otro sitio. Mis tembleques incrementaban, tanto por el dolor de la mano, como la intranquilidad de no saber si aquello iba a durar mucho… Probó en el brazo, donde se hacen las analíticas y “bingo”….fue entrando lentamente la anestesia…Me quedo profundamente dormida.

 A los 30 minutos pasa todo, me despierto en la cama (ya me habían pasado del potro a la cama sin darme cuenta). Me llevan a la sala de despertar y el chico que me empujaba la cama me dice: “La próxima vez que te vea por aquí te quiero ver embarazada y en paritorio"…y le contesté: “ojalá! Y me dice: ¿Cómo que ojalá?, seguro que sí”… Puede ser que fuera el anestesista el que me lo dijo, pero como estaba dormida, no sé con quién hablé.

En la sala de despertar estoy unos 15 minutos, me miden la tensión, y comprueban que la tengo bien y deciden subirme a la habitación con mi marido.

Subo sobre las 13:15 y sobre las 14 horas entra una enfermera a comunicarnos cuántos fóliculos han podido sacar. 16, 16 es el número de óvulos que me sacaron. Muy buena cantidad. Al día siguiente tenía que llamar sobre las 12 de la mañana para saber cuántos me habían fecundado y para que me dieran la cita de la Transferencia. Me mandaron a casa con la única condición que tenía que orinar antes de irme, por lo que me puse a darle buchitos pequeños a un vaso  de agua para que me entraran ganas de orinar y poderme ir de allí lo más rápido posible.

Llego a casa sobre las 3 de la tarde. Mi marido me prepara una comida exquisita y me quedo dormida casi toda la tarde. Ese día sangro un poco, pero sin importancia.

Al día siguiente llamo  al laboratorio antes de las 12 y me dicen que de los 16, 11 óvulos eran maduros (5 inmaduros L) y 9 de ellos habían sido fecundados…ufff…es buena cantidad, pero un poco menos de la mitad de mis óvulos no han servido…a ver cuántos sobreviven…qué angustia… Me cita para la transferencia en 2 días  (viernes). Y pienso que era muy pronto. Creo que me citan tan pronto porque como los fines de semana no trabajan, adelantaron la transferencia, dando igual cómo se encuentren mis ovarios y mi endometrio. Me da pena, porque pienso que lo están haciendo demasiado deprisa todo…pienso que esto no puede salir bien, porque no esperarán a que mis embriones se convirtieran en blastocisto (estado justo antes de implantarse).

Me resulta muy rápido todo. Desde el día de la punción, me tengo que suministrar 200 mg de progesterona (Progeffik) cada 8 horas. No me receta parches de Estradiol, como en las ocasiones anteriores…pues mejor, menos hormonas a mi organismo.

Llega el viernes, 25 de Noviembre de 2016. Transferencia de 2 embriones. Voy a la consulta con la vejiga llena pero sin aguantar demasiado. Bebo agua una hora antes de entrar en la consulta. Recomiendan que vayas con la vejiga llena para que el espéculo se pueda dirigir mejor al punto correcto del endometrio. Entro en la consulta, me subo al potro y llega la bióloga con mis 2 embriones. Le preguntamos por la calidad, y nos dice que son de muy buena calidad, calidad A, y que los 7 restantes han sobrevivido…va todo muy muy bien, qué alivio.

Miramos a la pantalla del ecógrafo y vemos como un puntito blanco se coloca en mi endometrio, ahí están mis embriones. Deseando enormemente que me conozcan y no me rechacen, que no se vayan de mi cuerpo sin más, quiero que se queden conmigo. Me dejan tumbada el tiempo que la bióloga comprueba que el espéculo no ha quedado nada (menos de 5 minutos). Paso a consulta, y el ginecólogo me dice tiene preparada una pastilla de Diazepan para que me lo tome ipsofacto. Me tenía que tomar 1 comprimido cada 12 horas, para evitar posibles contracciones uterinas. Me informan la cita de la BETA para dentro de 15 días (9 de Diciembre) y durante 2 días reposo relativo y después vida tranquila sin estrés y sin realizar grandes esfuerzo. Me manda a una sala de espera para que estuviera tumbada durante 30 minutos y una vez pasado ese tiempo, me podía ir a casa.

Espero los 30 minutos para ir al baño, porque llevaba cerca de 2 horas sin orinar, y claro, con el miedo en el cuerpo si se iban a irse mis embriones por el váter al orinar, pero en realidad, si lo ponen en su sitio, es muy difícil que se “caígan”.

BETAESPERA

Con el diazepan los dos primero días casi me los paso durmiendo, y con el miedo cada vez que iba a al baño…no quería ver sangre, ni rastro. Así fue, no hubo nada.

Dejo el diazepan a los 3 días y empiezo con mi vida normal, sin realizar grandes esfuerzos, siempre expectante de mis braguitas, temía que tarde o temprano iban a estar manchadas.

Como anécdota puedo contar que a los 5 días post transferencia tuve una buena llantera causada por un mensajero que me había entregado la cesta de navidad de mi marido y no me la había subido a mi casa, porque el porterillo no funcionaba, y me la dejó abajo. Le dije que no podía levantar peso y me contestó que no pesaba nada (12 kilos para una persona normal no es nada, pero en mi caso era una tonelada). Se fue y me quedé sola con la caja. La moví dándole pataditas sin querer cogerla, hasta que la monté en el ascensor y la arrastré hacia mi puerta. La dejé en la entrada, y culpable me fui a la cama a llorar…Pensé que por culpa de ese gesto que realicé podría perjudicarme en el proceso…

Los 15 días se viven con mucha angustia, sin saber qué hacer para no perjudicarme en nada, mirándome las braguitas cada vez que iba al baño…es un sin vivir…Por mucho que te digas, no pienses en el proceso, es imposible, porque todo lo que te rodea tiene algo que ver. Cada 8 horas hay que suministrarse progesterona, por las mañanas me tomaba café descafeinado, bebía agua embotellada, todo relacionado con el proceso, así que ¿cómo quitárselo de la cabeza?

Al día siguiente de la llantera por lo de la cesta, empiezo a tener dolores menstruales, y lo pechos los tenía hinchados…Otra llantera…me va a venir la regla…La esperaba para el fin de semana. Llega el sábado, y con todo mi valor, me hago un test de embarazo (ya habían pasado 8 días de la transferencia). Sé que era muy pronto, pero quería ir saliendo de dudas…Por supuesto el resultado: TEST de EMBARAZO NEGATIVO. Sin derramar ninguna lágrima, asumo mi derrota, y me digo, pues para otra vez será. Ya sólo me queda que me llegue la regla.

Al día siguiente, noto la barriga hinchada, y me pregunté si me estaba pasando con la vida “tranquila”, pero le echo la culpa a la Progesterona. Me está engordando.

Pasan 2 días y la regla no viene. Claro que con la Progesterona, hay veces que la retrasa.

Decido hacerme otro test de embarazo a los 11 días post transferencia, y….veo la raya de control que sale rapidísima y de repente miro que está apareciendo una raya muy muy tenue en el lado izquierdo del test….no me lo podía creer….esto no puede ser….¿esto es POSITIVO?, se veía muy muy claro. Aquí os adjunto la foto. Muestro 4 test, uno me lo hice el día 11 post transferencia, otro el 12, 13 y por último el 14 (el mismo día de la Beta). Son tan claros que no estaba del todo convencida que fuera positivo….




Se lo enseño a mi marido con toda la razón me dice: Vamos a esperarnos a la BETA, no nos hagamos ilusiones….aunque la verdad que algo de ilusiones sí que teníamos….no lo habíamos visto así desde que tuve el embarazo ectópico…..miedo me da de que se vuelva a repetir la historia…

Pues a partir del primer test echo un poco más cuenta a mi cuerpo e intento ver los síntomas durante la Beta espera, esos que tanto preguntamos…

Pues los míos claramente fueron:
1.- Como siempre, los pechos hinchados, aunque siempre te queda la duda que sea la progesterona los que te provoque ese hinchazón.
2.- Nunca vivido: barriga hinchada, como si estuviera llena de gases, y muy dura. De hecho los pantalones que me quedaban por el ombligo me molestaban un poco. A usar leggings.
3.- Algún que otro mareo, pero sin importancia. Si no echara cuenta a mi cuerpo, no me hubiera dado cuenta, pero como estaba receptiva con todo…
Y NADA MÁS

9 de Diciembre de 2016: Día de la Beta: Llego al maternal a las 8 de la mañana para sacarme sangre, pero hasta las 12 no te dan los resultado…4 horas eternas…intento entretenerme como puedo. Me voy a hacer gestiones al banco, desayuno, y poco más…

Subo a consulta sobre las 11 y 30 y allí me encuentro con algunas que punzaron y el mismo día que yo. Me pasa el tiempo hablando con ellas. La sensación que teníamos mi marido y yo era como si estuviéramos esperando la nota de un exámen de la facultad, ¡qué nervios!.

12 y 30 Suena mi nombre. Entro en la consulta. La enfermera me pregunta si me ha venido la regla…Asustada le contesto que no…pienso que me ha hecho esa pregunta porque la Beta ha salido negativa. Me pregunta qué síntomas tengo. Le contesto que me noto la barriga hinchada y también los pechos…se queda callada, pero como nos vio la cara de preocupación nos contestó: “son buenos síntomas”. Llegó el ginecólogo, saca el papel de la funda donde estaba archivado mi historial y me dice mirando el informe de la analítica: ¡¡¡¡¡¡ESTÁ USTED EMBARAZADA!!!!! La beta me había dado 299,3. (mayor a 5 es BETA Positiva).

Se me saltan las lágrimas, pero no me lo creo, no puede ser verdad, 5 años luchando y ahora por fin ¿ya me toca?, estoy acostumbrada a desengaños, a sufrir, y esta noticia al ser un motivo de gran alegría no era capaz de disfrutarlo…no puede ser verdad, no puede ser todo tan bonito.

La enfermera me da la enhorabuena y me dice que hasta el próximo 30 de Diciembre no me hace ecografía. Que a día de hoy el saquito es muy pequeño y que no se vería nada…Me entra miedo en el cuerpo. Recuerdo el ectópico. Se lo digo, y me contestan que aunque fuera un embarazo fuera del útero tampoco se vería…¡que miedo! Estoy por un lado feliz, pero por el otro muy intranquila, sin saber qué estará pasando dentro de mi cuerpo…¿será verdad que mi o mis niños están conmigo? Por favor, no dejadme, seguid dentro mía 9 meses, no me abandonéis….

En este proceso he decidido no decírselo a mi familia hasta que tenga algo más fiable. Quiero evitarles una preocupación. He decidido que hasta que escuche el corazón no les voy a decir nada….el único problema es que llegan las Navidades….y ¿cómo me voy a aguantar en estas reuniones?

Intentaré repetirme la Beta con mi compañía privada, y si me da una buena cifra, quien sabe, puede que les de una alegría….ojalá siga todo.

No hay que perder la esperanza. Hay que proponerse el objetivo, pero sin fecha específica, porque eso es lo que más agobia, el ver cómo van pasando los años y tu alrededor no tienen problemas para concebir, cada vez hay más personas en tu entorno con niños e incluso aquellos que ya tuvieron el primero, se quedan embarazados del segundo…. y yo cada vez más mayor…

Consejo difícil de seguir, pero hay que intentarlo: NO PONERSE FECHAS, TODO LLEGA. HAY QUE SABER ESPERAR y por supuesto, NO PERDER LA ESPERANZA.


Estoy escribiendo este post y todavía no tengo la ilusión completa. No tengo el cosquilleo en el estómago diciendo que estoy embarazada. He sufrido tanto que mi cabeza no es capaz de hacerse ilusiones por el miedo que he pasado durante todo este tiempo. Creo que hasta que no escuche el coranzocito o los corazoncitos no me lo voy a terminar de creer.